—La fototerapia y la fotoquimioterapia siguen representando, aun a pesar de los notables avances en tratamiento ocurridos durante los últimos años, una alternativa de primera elección en las dermatosis de gran prevalencia como la psoriasis, el vitíligo o en estadios iniciales de los linfomas cutáneos de células T. Son, además, una opción valiosa en la dermatitis atópica, el prurigo nodular, la esclerodermia localizada o la prevención de las fotodermatosis. Por otro lado, debido a su versatilidad y limitados efectos secundarios, estas terapias se intentan a menudo en casi todos aquellos procesos cutáneos de presumible patogenia inflamatoria en los que han fallado otras alternativas.
La terapia con psoraleno y luz ultravioleta (PUVA) sigue representando el referente en cuanto a eficacia en el tratamiento de la psoriasis y los linfomas cutáneos de células T, si bien es también la variante de fototerapia asociada a un mayor número de efectos secundarios a corto y a largo plazo. Esta circunstancia explica probablemente el creciente empleo del baño de PUVA, que reduciría en parte estos inconvenientes, en los últimos años.
En la fototerapia ultravioleta B (UVB) la principal novedad viene dada por la irrupción de la terapia UVB de banda estrecha, asociada a una mayor comodidad y seguridad con respecto a la terapia PUVA y considerada en la actualidad uno de los tratamientos de elección de la psoriasis en placas. Además, es una fuente de radiación versátil que se ha aplicado con éxito en el tratamiento de otras dermatosis como el vitíligo o la dermatitis atópica.
Otras variantes de fototerapia cada vez más empleadas incluyen la terapia ultravioleta A1 (UVA-1), la microfototerapia o el láser excímero.
—Despite the noteworthy advances that have taken place in therapeutics during recent years, phototherapy and photochemotherapy still represent a first-choice alternative in widely prevalent dermatoses such as psoriasis and vitiligo, or the initial stages of cutaneous T-cell lymphoma. In addition, they are a valuable option in atopic dermatitis, prurigo nodularis, localized scleroderma or in preventing photodermatoses.
Furthermore, due to their versatility and limited side effects, they are often tried in nearly all cutaneous processes of presumed inflammatory pathogenesis in which other alternatives have failed.
PUVA therapy still represents the benchmark with regard to its efficacy in the treatment of psoriasis and cutaneous T-cell lymphoma, although it is also the type of phototherapy associated with more short- and long-term side effects. This circumstance probably explains the increasing use of PUVA baths in recent years, which would partially reduce these drawbacks.
In UVB phototherapy, the main innovation is the fact that narrow- band UVB therapy, associated with greater convenience and safety compared to PUVA therapy, has burst onto the scene; it is currently considered one of the treatments of choice for plaque-type psoriasis. It is also a versatile source of radiation which has been successfully applied in the treatment of other dermatoses, such as vitiligo or atopic dermatitis.
Other types of phototherapy whose use is increasing in recent years include UVA1 therapy, microphototherapy or excimer lasers.